Participo en política, porque me impulsa el deseo de cambiar el mundo, de contribuir con mi granito de arena para construir uno mejor.
Para mí, la esencia de la política es saber interpretar el sueño colectivo y arbitrar los medios necesarios para hacer realidad ese sueño.
Recorro los barrios de punta a punta, se hizo mucho, pero hay mucho mas por hacer, y estoy convencido que para llevar adelante estas mejoras debemos ver más allá de nuestras diferencias y aunar nuestras fuerzas.
Las propuestas que preparamos junto a los equipos técnicos son el resultado de escuchar a los vecinos, de conocer sus preocupaciones, sus ideas y sus anhelos, lo que ellos sueñan de mejora para su barrio, y juntos concretarlo.
Estoy convencido de que para alcanzar el futuro tenemos que ser capaces de imaginarlo primero.
Nosotros tenemos como premisa fijar el rumbo con claridad y tomar el timón del futuro con firmeza.
En estas elecciones vamos a decidir quién va a conducir el destino de nuestra ciudad durante el próximo período, con qué equipo, con qué ética, y principalmente con qué visión de futuro, y siempre juntos a los vecinos y sus necesidades a resolver.
Plantear metas ambiciosas es nuestra obligación, porque confiamos en la capacidad de los reconquistenses y tenemos la seguridad de que nuestra ciudad tiene un enorme potencial que debemos fortalecer.
Hay mucho por hacer todavía, pero tenemos que empezar por aquellas, sobre las que coincidimos todos.
Creo en el futuro. Lo veo en los ojos de mis hijas todas las mañanas y en los ojos de los cientos de vecinos que encuentro en mis recorridas por los barrios.
El futuro existe, no tengo dudas, en los jóvenes que estudian y sueñan; en los trabajadores que se esfuerzan por hacer su trabajo cada día mejor; en los miles de emprendedores que creen en sus ideas; en las madres que luchan por dar a sus hijos la contención y la ayuda que necesitan para formarse y salir adelante en la vida.
No quiero perder tiempo concentrando mi energía en peleas mezquinas que nunca ayudaron a construir futuro.
Todavía hay sectores que trabajan para dividir, entre buenos y malos, oficialistas y opositores, de izquierda y de derecha, peronistas y antiperonistas. Sin embargo, yo estoy convencido de que la mayoría de los vecinos no comparten ese sentimiento.
La mayoría de los reconquistenses quieren vivir en paz y armonía con sus vecinos. Yo quiero seguir siendo el intendente que une, porque tengo una visión de futuro que incluye a todos, sin excepción. Y aunque algunos piensen que es una utopía, yo sé que es posible. La virtud de un político no es saber qué hacer, ES HACERLO.
